Descripción
El placer en el bondage se encuentra en la dominación de una persona y en la entrega de la otra. La persona atada se encuentra sumisa, dispuesta a su pareja, por lo menos en ese momento en el que se está practicando.
En su interior podrás encontrar una gran variedad de opciones:
Con tus amarres de manos y pies podrás sujetar a tu pareja a la cama y proceder al divertido y excitante juego previo, pon la mordaza en su boca y ve a buscar el látigo para que acaricies la piel o para castigarla con placer, además cuenta con un antifaz que ayudará en esta fase de excitación a través de la estimulación, que puede ser física, auditiva o táctil, ya que con los ojos tapados los demás sentidos se agudizan.
Recuerda que para realizar esta práctica sexual es importante el consenso entre la pareja, además de un elevado grado de confianza y respeto mutuo, ya que si esta no se realiza adecuadamente puede incurrir en lastimar a quien esté atado.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.